Ayer escuché El amor después del amor, y más que nunca le encontré mucho sentido a la parte que dice:
"Me hice fuerte ahí, dónde nunca ví, nadie puede decirme quién soy, yo lo sé muy bien, que aprendí a querer, el perfume que lleva el dolor"
Por primera vez en meses no vengo a lamentar mi existencia. Por primera vez siento que dejó entrar el sol en esa rajadura de la que siempre hablo. Ya se quién soy, y me banco lo que soy y por esa razón ya no insisto en ocultarlo y ser lo que no soy. Sé, que aunque lo intente siempre voy a tratar de lastimarme. Sé, que soy muy capaz de superarme en lo que parece imposible. Sé, que quiero mucho a los míos. Sé, que un día deje de hacerme la interesante/da y me permiti conocer a alguien y no puedo estar más contenta de haber tomado esa decisión.
Todos estos meses de encierro conviví con el dolor. Y hay días que está más presente que otros. Celebro que hoy se haya ido por ahí para que yo pueda decir estas cosas lindas que siento.
Ayer salí a caminar y vi la calle y los árboles más brillantes. También todo el día de ayer me la pasé escuchando canciones de amor. También este fin de semana estuve con amigos. Rei fuerte. También besé un montón, y desperté abrazada.
Gracias dolor por irte un ratito, gracias rajadura por dejar entrar en mí un rayo de sol.